domingo, 10 de junio de 2012

La Respuesta


Aun resaquiado, con el disco de Sabina en el reproductor y con todos estos kilos de preguntas he llegado a la siguiente conclusión, (si regrese).

Queridos lectores, creo que acabo de encontrar la respuesta a una de las tantas preguntas que nos acosan los sueños cuando estamos enamorados, y es que no me fue sencillo encontrarla, y hasta ahora dudo, en primer lugar de hallar la pregunta a mi respuesta, pero para los quieran tratar de entenderme acá les va: yo no me enamore de un persona porque esa persona se enamoró de mí, no, yo me enamore de ella por su sonrisa por su forma de besarme, como me prepara el desayuno, y como me espera para ir a dormir, me enamore porque con ella me conocí, me enamore de ella por que recibió con una lágrima de alegría mis cartas de amor y también porque  ya le puso nombre a nuestros hijos.

Y si me enamore de ella por todo eso, entonces porque me torturo preguntándome si me ama? Pues saben? No me importa si me ama o no, yo me encargare de eso, le enseñare a amarme, si es que se le olvido, y es que la tarea de quien está enamorado es hacerle entender a la otra persona que no hay nadie más que la ame más que tú.

Si ya sé que no le di respuesta a muchas de sus preguntas, pero me di respuesta a la mía, y ahora es lo que importa.

Vayan por un trago y por buena música que es la única forma de encontrar respuestas.

martes, 9 de agosto de 2011

¿LO VOLVEMOS A INTENTAR?


Al fin libres!!! caminamos con paso firme por la acera de la independencia emocional, nos repetimos las ventajas de estar solteros para darnos alientos, arengas de ganador, como si hubiéramos ganado algo, toda nuestra encadenada verborrea de elogios y razones de porque es mejor es estar sin enamorada se entreteje encima de nuestras cabezas como un paracaídas que nos evita caer desplomados cual costal de papas en una realidad que nos espera sin mas apapachos, ni besos, ni muñimuñis y todas esas cursilerías que no necesitamos para nada pero bien que nos gusta, y principalmente la seguridad de tener a alguien a nuestro lado cuando más lo necesitamos, y claro! Alguien que no friegue más!

Pero de repente suena nuestro celular ¡nos esta timbrando! ¿Qué hacemos? Le contestamos? No! Aguanta como los machos! Esperamos las dos timbradas reglamentarias para que una timbrada se vuelva una llamada, y al segundo siguiente… “tiene 1 nueva llamada perdida” aparece en la pantalla del celular; “¿y ahora esta que quiere?” Nos preguntamos con fingida indiferencia “quiere joder nomás” nos decimos para quitarle hasta el último gramo de importancia, “es que me extraña, ya lo sabía” uy no! Y se puso peligrosa la cosa, con una timbrada nos empieza a carcomer el cerebro, nos lanzó de la manera más fácil ese bichito de la intriga que hace pensemos en ella, maldición aun nos puede manipular!

“alo? Me timbraste, todo bien?” Rayos!!! Pero si dijimos que no la íbamos a llamar!! Es que es para asegurarnos que este bien, tal vez esta en problemas, tal vez me necesita, tal vez la están violando!  Con lo peligrosa que se ha vuelto nuestra ciudad uno nunca sabe, mejor cerciorarnos de que está bien, si que si!

Bah!! Ella timbro, y tú la llamaste, aun eres su juguete. Ella entro al MSN y tú la saludaste, aun sigues siendo manipulado, ella te sonrió y tú fuiste detrás de ella, aun sigues enamorado.

Pues sí, romper una relación al parecer no es tan fácil, hasta creo que tomar la decisión racional de terminar la relación es fácil, digo racional por que basta con sopesar los pro y los contras, hacer una operación aritmética de nuestros sentimientos y apretar el “igual” para que nos salga como resultado un muy grande y luminoso “ella no es para ti”, pero a ver pues... hazle caso a ese resultado!

Cuántas veces hemos dicho, “ni mas regreso con esa cojuda, que se a creído?!” y a las 2 horas ya estamos hechos unos pañales Pampers (por lo cagados) a lado de ella justificando su comportamiento.

Y con esto no quiero decirles queridos lectores que he regresado con mi ex (Dios me salve!) sino que como seres humanos nos cuesta romper nuestros vínculos, así sean una desgracia, le tenemos cariño a ese ligamento que hemos creado con otro ser humano así no nos genere mucha felicidad, y como dijo el Principito, “no importa que haya muchos zorros, a este yo lo quiero, porque es mío” y yo a este blog lo quiero porque es mío, así que prepárense que regreso con muchas más historias, dudas, ridiculeces… y por qué no… hasta con mi nombre.

Lo volvemos a intentar?

domingo, 29 de mayo de 2011

Y DESPUES QUE?

Hay veces que escuchar a tu conciencia es la mejor opción.

Solo a veces.

Mis ánimos no podían estar más altos, fue uno de esos días en que los planetas se alinearon, no hubo trafico para llegar a la chamba, el portero me reconoció, y por ende ya no tenía que decirle por enésima vez que trabajaba ahí, y además mi jefe no me grito, ese día lo pajarillos cantaban, el cielo era azul y nada podía salir mal.

Después de una mañana bastante agradable y luego de hacer todos mis quehaceres oficinisticos me di cuenta que ya era hora del almuerzo, mi tripa me lo recordaba, entonces para celebrar el buen día decidí ir a uno de mis restaurantes favoritos a regalarme una rica lasaña que hace mucho no comía y hace tanto extraña. Ese día fui por lasaña y regrese con muchas dudas, que más que dudas fueron ganas de llamar a alguien.

Cuando me disponía a entrar al restaurant San Antonio, ahí en la calle Santa Marta, para disfrutar mi rica lasaña me sorprendí a ver a alguien. Era Claudia, una hermosa chica con la cual estuve saliendo un tiempo atrás. ¿y por que la oración esta en tiempo pasado? Bueno, esto fue lo que paso.

Claudia es una de las chicas más bellas que he visto en mi vida, es alta, tez clara, unos ojazos inmensos de color caramelo, una sonrisa preciosa, pero sobretodo, tiene un cuerpo perfecto, dirán que soy un mañoso superficial, pues tal vez tengan razón. Y por esas cosas extrañas que pasan en esta vida, como la desaparición de los Mayas, el misterio de Roswell, el asesinato de John Lennon, etc. Yo, le gusté.

La seuda relación que tuve con ella fue sumamente extraña. Al principio el interés era mutuo, al principio como a los primeros 25 minutos, luego su interés fue decayendo geométricamente, pero como era tremenda belleza yo no podía permitir que eso sucediera, así que empecé a utilizar todas mis más secretas artimañas para poder conservar su interés en mí. La llamaba, la buscaba a la universidad, la invitaba a comer, etc, etc. Ella me decía que lo pasaba genial conmigo, cuando estábamos juntos era bastante cariñosa y expresaba continuamente su comodidad a mi lado, también no faltaban esos besos tan fugaces y delincuenciales cuando uno está en esa etapa previa a la formalidad (una formalidad que en mi caso nunca llego). Pero después de cada tan buena velada que teníamos, los días siguientes era de ausencia total, no llamaba, no respondía los mensajes de texto, ni tampoco le ponía “me gusta” a las cosas bonitas que le ponía en su muro de Facebook. ¿Incongruencia sentimental?

Luego de pasar varias semanas en este plan de frio-caliente/jale-tire/dame que te doy que te sigo dando, es que me decidí en adoptar su misma actitud de indiferencia, y la verdad no me causo gran dificultad, milagrosamente me resulto bastante fácil dejarla de pensar y cortar la producción de mensajitos que le enviaba. Los días pasaban y la capacidad de no pensar en ella se hacía cada vez más grande, era un dominio total de mis sentimientos, y es que la verdad y aquí entre nos, además de ser bonita, pues muy interesante no era, constante en sus emisiones afectivas tampoco, así que pienso que fue por eso que fue, en cierta parte, fácil apartarla de mi vida sentimental.

Después de una semana de indiferencia de mi parte ella reacciono. Ahora era ella era la que llamaba, la que mandaba mensajitos, la que ponía cursilerías en mi Facebook, etc etc. Y yo, con el ego hecho un globo aerostático. Pero más allá de eso, yo no sentía nada más, creo que la indiferencia se me fue de las manos y termine por olvidarla más rápido de lo que pensé, es que tal vez no había verdadera química entre los dos, es que tal vez la belleza no lo es todo, o tal vez no éramos el uno para el otro, y yo debía dirigir mis sentimientos hacia alguien con quien compartía mas intereses en común, tal vez comprendí que no todo es superficial y que hay que ver mas allá del físico, en verdad lo comprendí.

Y 3 minutos después no lo quise comprender mas, así que la llame y volvimos a salir por unas cuantas semanas más, y al final de estas paso lo que tenía que pasar, nos dimos cuenta los dos que eso ya no iba, que en verdad jamás tuvimos química y que a pesar que nos gustábamos físicamente no podíamos forzar la relación. Nos despedimos con un largo beso y abrazo con sabor a que estábamos cometiendo un error.

Luego de la despedida no la volví a ver, hasta ese día, el día que los pajarillos cantaban y el cielo era azul, hasta el día de la lasaña; la vi tan hermosa como siempre fue, llevaba una falda larga blanca que jugaba al ritmo de sus caderas, llevaba una blusa también blanca con los hombros descubiertos, era una amalgama perfecta entre fineza y sensualidad, tenía el cabello recogido en una cola que dejaba ver su largo y delgado cuello donde tanto le busque, era simplemente como ver a un ángel caminar. Por un momento se me paso por la cabeza alcanzarla  y saludarla, pero que le diría? Para que propiciar algún encuentro? Que ganaría o que perdería? Con todo el tiempo que llevo mi indecisión ella desapareció del paisaje, una vez más.

Ese día no almorcé solo, almorcé con la palabra “Hubiera” a mi lado. ¿Qué hubiera pasado si la saludaba? ¿Se hubiera acordado de mí? ¿Hubiera sido bueno? Un millón de preguntas bombardeaban mi cabeza, y con mi cabeza hecha Hiroshima me regrese a la chamba.

El día no había terminado, aun tenía un millón de reportes que hacer, pero la idea de conversar con ella no se me salía de la cabeza, la verdad lo que no se me salía de la cabeza era haberla visto tan bella, y pensar que yo pude haberla tenido, me empecé a preguntar, que fue lo que impidió realmente que nosotros siguiéramos juntos, en verdad su belleza me obnubiló. No aguante más y la llame.

-alo Claudia?- con inseguridad le pregunte.
-si? Alo? Con quien hablo?
-no me reconoces? Que mal? De seguro ya me olvidaste, así son las mujeres, les das los mejores años de tu vida y así te pagan- trate de bromear un poco, tal vez así me reconocería.
-la verdad no te reconozco, si no me dices tu nombre voy a colgar- muy seria me dijo, así que tuve que abandonar a mi estrategia de cómico ambulante y ponerme serio.
- no me cuelgues, es que las llamadas a larga distancia me salen muy caras y más aun si son interplanetarias.
- espera, ***** eres tu? - me reconoció!
-si, como estas?
-sorprendida, y mucho, a que se debe tu llamada?
- bueno, solo quería saber cómo estabas, me acorde de ti y decidí llamarte, no te molesta no?
- no, no para nada, es más me gusto el detalle, no sé porque pero me gusto escuchar tu voz una vez mas
-si, a mí también me ha gustado escucharte, y dime, que has hecho todo este tiempo?
- ahí todo bien, te cuento que me metí a hacer una especialidad, esta algo difícil pero me gusta, hey en verdad me gusto que me llamaras
-si, después de tiempo que hablamos-

La conversación no salió de un saludo muy protocolar, donde se manifestó repetidamente el agrado de ambas partes por haber recuperado un poco de contacto, nos despedimos sin la promesa de volver a hablar, ni mucho menos de vernos.

Puedo decir que me muero de ganas de buscarla, de salir juntos y de besarla incansablemente como ya se nos había hecho ley, y más aun con su manifestación tan clara de que le gustó que la llamase, pero hay algo que me dice que no lo haga.

La espero a la salida de sus clases, ella sale tan bella como siempre, me saluda con un beso largo en la mejilla y me sonríe mientras me mira a los ojos, vamos a caminar por el centro, tomamos un café, conversamos de cómo nos ha ido este tiempo, tomamos un taxi, la dejo en la puerta de su casa, ambos nos ponemos nerviosos al saber que se termina la noche, le agarro la mano, la acerco a mí, la  tomo por la cintura, su breve cintura, respiro su dulce aroma, siento casi el magnetismo que emanan sus labios y disfruto, una vez más, sus apasionados labios, es un beso tan furtivo e innecesario como todo el preámbulo que le dimos, nos vemos a los ojos … y después qué?

sábado, 14 de mayo de 2011

EL ÁGUILA-PAVO

Queridos lectores, estoy sumergido en una profunda preocupación que se ha llevado mis pensamientos varias veces esta semana, y no se me ocurre más cosa que compartirla con Uds.

Hace unos días una de Uds. Si! Una de mis lectores me hizo un comentario que al principio me arrancó una sonrisa, hasta una carcajada, pero luego pensándolo un poco pase del entusiasmo al desconcierto. Para los que no entienden de qué demonios estoy hablando, resulta que me dijeron “DESESPERADO!”  Es que acaso se nota?!
La verdad el comentario entero me alagó mucho, muchísimo, una vez más lo agradezco (como agradezco cada comentario que han hecho en este blog tontamente sincero) pero me dejo una mala espina de cómo va yendo la imagen que se van formando, Uds. mi lectores, sobre su servicial blogger, es decir yo.

Si bien no me conocen o mejor dicho no saben quién soy, hay veces que estoy tentado en decir mi nombre y dejar la capa de mi anonimato en el tacho de la basura más cercano, en definitiva habría muchos pros y contras, mas contras que pro creo yo, que creen Uds.?

Lo que quiero hacer con este post, es más que todo, aclarar ciertas cosas sobre mi vida personal, es que no siempre fui un imperfecto, no significa que alguna vez fui perfecto, lo que quiero decir es que no soy un pavo pues! Bueno no siempre.

En algunas oportunidades he podido alardear de mi presa, de mi conquista que con gala e ingenio logré conquistar; he podido ser también esa persona a la que la coquetean y le piden un beso, y también he sido, con muy poco orgullo, esa persona a quien le lloraron para que se quede.

Creo que en este mundo todos hemos jugado a ser el bueno, el malo, y por qué no también el baboso y el maldito en alguna relación amorosa que resultó infructuosa para algunas de las partes.

Situación A: “El bueno”
Al decir “bueno” no quiero referirme al bondadoso, ni al buena gente, sino al que es bueno haciendo las cosas, al afanador, es decir al ganador.

Y para encontrar la historia correcta tengo que hacer uso de mi Black List, rápidamente la busco en mi mesa de noche, la saco con cuidado y como extrayendo algún tesoro nacional lo admiro y lo abro. Con quien realmente fui bueno en la conquista?, con quien me lucí como todo un galán y salí victorioso? Ah sí, con Karen!

Siempre he dicho que las mejores cosas suceden de repente, sin planearlas, son una total espontaneidad del destino. En esta ocasión salí a hacer un poco de deporte de aventura en uno de los mucho parajes que tiene mi hermosa tierra, salí con única disposición de hacer deporte, relajarme un poco, nada de conquistas, nada de mujeres, solo yo y la roca (fui a hacer algo de escalada), yo y el reto que me imponga. Cuando llegué al punto de encuentro, me doy con la sorpresa de que uno de mis amigos no había llegado solo, sino que estaba acompañado de una linda chica, muy bonita, delgada y además bastante baja, pero era una chaparrita muy rica. Y como era de esperarse los buitres de mis amigos no esperaron ni un solo segundo para darse al ataque a esa indefensa presa. La verdad Karen desde un principio me gusto mucho, en primer lugar porque no hay muchas chicas que hagan deporte y menos uno al aire libre como es la escalada, así que ahí se llevó unos muy buenos puntos Bonus, y además tengo que admitirlo, tiene una sonrisa preciosa, mejor dicho tiene unos ojos sonrientes, saben a lo que me refiero. En fin, como ese día fui con la idea de hacer deporte y no de afanarme a nadie, además que competir entre todos ellos, la verdad no me atrae mucho, deje que mis amigos se sacaran los ojos entre ellos para impresionar y afanar a Karen, mientras que yo me dedicaba a hacer lo mío, escalar. No es que la ignoraba, solo que le mostraba el interés necesario para que se dé cuenta que se que existe, mas nada.

Luego de unas horas, las chelas helenas hicieron su gran aparición, maltas obviamente para recuperar las energías gastadas, horas tras hora se hizo tarde, y como yo había salido temprano llevaba un polo manga cero que no me abrigaba mucho. Y con el frio también salieron los “métodos de calentamiento interplanetarios” es decir uno de mis amigos instaló su aéreo puerto y despegó, la verdad no me hago paltas con eso, cada uno sabe que hace con su vida. Parecía que ella también estaba acostumbrada a ver ese tipo de eventos aéreo espaciales (para los que no entienden, me refiero a que estaban fumando marihuana) y al ver que yo no le entraba a la porquería (la verdad me atoro con un Hamilton, además te deja un horrible olor, yo no fumo) se alegró y empezamos a conversar de la forma más natural y cada vez tomábamos mas confianza, a tal punto que por “motivo” del frio le dije que si la podía abrazar, con lo cual rompimos la frontera del roce cutáneo, fue cuestión de tiempo y obtuve mi victoria. Al día siguiente mis patas me odiaron y me envidiaron.

Situación B: “El malo”
Íbamos subiendo una calle en el centro de la ciudad con un muy buen amigo mío, y justo estábamos conversando sobre por qué no nos arriesgamos más con las chicas, al final no había nada que perder, es que nacimos perdedores. Luego de una larga conversación lo fui a acompañar a tomar su carro, y en el camino una simpática señorita me mira fijamente, y con una sonrisa me dice “hola”, acto suficiente para destrozarme la cabeza, en ese momento no reaccioné a la altura de las circunstancias y seguí mi camino sin dar respuesta alguna, quedando como un total tarado. Cuando llegamos al paradero mi pata me alentaba a regresar y meterle conversación, prácticamente ella había dado el primer paso, tenía las de ganar, el se subió a la combi mientras me decía “no seas tan pavo, ya la tienes hecha!”. Con esa frase en la cabeza, y con todo el optimismo del mundo inflándome el pecho fui a meterle conversación a esa chica que coquetamente me hablo. Felizmente seguía donde la deje pero ahora estaba con unas amigas mas, no me importo y fui con tambaleante paso y casi tartamudeando le dije “hola” me miro con indiferencia,  a lo cual le pregunte su nombre, la sonrisa que me había embestido hace unos minutos había cambiado por una expresión de terror, ella pensaba que la iba a secuestrar o algo así, yo sin ver salida a la situación argumenté lo que había pasado hace poco mas de 5 minutos, a lo cual ella, obviamente respondió con negativa “no, amigo, te has equivocado, yo jamás te saludé, estas confundido” explotando unas leves pero humillantes carcajadas entre sus amigas, yo simplemente, cual militar di media vuelta y empecé mi retirada.

Situación C: “El Maldito”
Esta es una historia de la cual se enorgullece mi más profundo sentido de hombre manipulador y calculador, ese energúmeno color verde hecho un misógino listo para aprovechar la más mínima oportunidad para atacar sin misericordia alguna.

El ataque no fue al azar, ese misil de odio y venganza  fue teledirigido por laser y dirección térmica. Resulta que de ser “El baboso” con mi primera enamorada, me transforme en un ser de la oscuridad chupa sangre sediento de venganza. Cada vez que me enteraba que tenia novio nuevo, el Munrra que llevo dentro me decía que tenía que buscarla y como sabía cuáles eran sus puntos débiles hacia que caiga en mis más bajos instintos, mejor dicho, caíamos juntos en un pozo negro lleno de deseo y desenfreno donde, obviamente, el único perdedor era su nuevo enamoradito, si el cachudo de su enamorado!

Situación D “el baboso”
Creo que antes de ser un maldito, tienes que ser un baboso, y he aquí la explicación de todos esos kilos de odio. Mi primera enamorada era bellísima, me encantó desde el principio, y cuestiones de la vida llegamos a ser pareja. Como yo era un niño tonto (“era” digo!) me deje llevar por unos comentarios que decían que ella me sacaba la vuelta con un niño 2 grados superior, con la indignación en la mano, fui y termine con ella; fue una reacción inmadura lo sé, con el pasar del tiempo, le pedí que regresemos, a lo cual me respondió con un muy justo NO, lo acepte pero no lo asumí. Luego de unas semanas ella empezó con un tipo que ya ni me acuerdo, pero ella afirmaba y reafirmaba que lo quería mucho.

Un día de esos donde el destino te tiene preparado un gran día, fuimos a una excursión, y da la casualidad que me pierdo con ella, pasaron horas hasta que lograron encontrarnos, horas que yo aproveche audazmente. Mientras que buscábamos la senda de regreso, yo le decía que termine con su novio para poder regresar, ella me negaba rotundamente, pero después de tanto insistir ella empezó a aflojar, poco a poco nos fuimos acercado hasta que recordamos nuestros besos mas furtivos, nos besamos tantas veces ese día, con cada beso le pedía una y otra vez para regresar, a lo que ella me respondía con un no, me decía que lo quería mucho (uy si!). Al final antes que nos encontraran me dijo que si terminaba con el yo sería el primer chico con que estaría, yo feliz me contenté con tan poco.

Paso una semana, ella termino con su novio y empezó otra relación.

La cual conmigo no tuvo nada que ver!

Como ven, todos podemos ser buenos, malos, unos malditos y también unos babosos en estas cuestiones del amor, es que nadie sabe a la perfección que hacer en cada situación para salir airoso y simplemente te tienes que arriesgar, a veces ganas, a veces pierdes dignamente y otras muy indignamente, pero en fin, nadie es un pavo por completo ni tampoco una águila de agudos sentidos, solemos ser una combinación de ambas, un mutante águila-pavo.
Pavo real

domingo, 24 de abril de 2011

LA FRASECITA MOTIVADORA DEL DIA

RINNNNNNNNNNN

RINNNNNNNNNNNNNN!!!!

Si yo pudiera, eliminaría el lunes.

Mi despertador atrofió mis más dulces sueños, la verdad no me acuerdo cuales eran, pero definitivamente eran buenos, o por lo menos eso parecían, porque por nada del mundo me quería despertar. Yo era feliz en mi cómoda y tibia cama sin preocupación alguna, hasta que el reloj mostró las 7am. En ese momento mi semana empezó y con ella un sinfín de preocupaciones y por qué no, también de buenas experiencias.

Como soy algo flojo, me cuesta MUCHO despertarme, es casi un suplicio, una tortura china, pero es algo que tengo que hacer todos los días, este lunes no fue la excepción, así que con un esfuerzo sobre humano me levanté a eso de las 7.15am, es decir tenía 15 minutos para terminarme de despertar, alistarme, tomar desayuno, alistar mis cosas para la oficina e ir a tomar la asquerosa combi que de lunes a viernes se encarga de recordarme la porquería que puede ser nuestro sistema de transportes.

Llegué al paradero casi trotando para que no se me pase la combi y tener que esperar a que pase la siguiente dentro de los próximos 10 minutos. La verdad ya tomé eso de correr al paradero como un hábito, y no por flojo, no, sino como un aprovechamiento estratégico sobre mis energías corporales. Me explico, si duermo 10 minutos más, mi cuerpo tiene más energía para los retos del día, y al correr al paradero, pues ejercito mi cuerpo para estar siempre en forma. Todo tiene un porque en esta vida.

Bueno, como les seguía diciendo, este lunes no fue la excepción, corrí hacia el paradero, y a pocos metros de llegar vi que se aproximaba la combi, aceleré, activé el nitroso y elevé mi ki para poder alcanzarlo. Y lo logré! Pero al acercarme a la dichosa movilidad el pobre cobrador que iba colgado apenas del barandal y con dos dedos del pie se apoyaba en el primer escalón de la combi en un acto digno del circo Du Suleil, y con su voz de resignación me dijo “sorry brother, no hay campo, toy que me caigo” Es decir, para que un cobrador te diga eso, la verdad esa combi no debe tener espacio ni para un poco de aire. Tuve que esperar a la siguiente combi.

Luego de una espera de casi 7 minutos llegó otra combi, esta si tenía campo para una alma más, o sea yo, el problema fue que si tenía espacio para mi alma, pero no mucho para mi cuerpo, pero luego de tener tocamientos indebidos con muchos de los pasajeros llegué a entrar. Al fin iba camino a mi centro de trabajo a colaborar con el PBI peruano.

Después de unas cuadras al fin se bajo unos cuantos cientos de escolares, que creo que ocupaban casi la mitad de toda la combi, en ese momento por fin pude sentarme en un asiento y recuperar mi dignidad humana.  Y al ya no tener toda una muralla de cuerpos al frente pude divisar a una amiga que hace mucho tiempo no veía.

-    -Hola Jimena! – exclamé sumamente sorprendido
    -Hola Juancito Perez de las Casas, para los años! Mira donde te vengo a encontrar – muy animosa me respondió el saludo.
Jimena es una de esas amigas de las que uno no debe dejar de tener. Es ese tipo de personas que saben cómo hacerte animar cuando estas por los suelos, y también saben cómo reventarte los globitos cuando estas fantaseando con algo un poco imposible, siempre con un toque de, como yo le digo, dulce realismo.

Durante el camino nos pusimos al día muy rápidamente como nuestras vidas han cambiado en los últimos meses, y me di con una gran sorpresa cuando empezó a contarme los últimos acontecimientos sucedidos en Jimena´s World.

-          Que hiciste qué?! – exclamé con sorpresa, y admito, también con algo de temor.
-          La verdad, fue lo mejor, cuando te explique con más detenimiento y con un café de por medio sé que me entenderás –
-          Está bien, siempre se que tienes buenas razones para cualquier cosa que haces, es por eso que a veces dudo que seas mujer- traté de hacer una broma para aligerar el ambiente
-          Anda sonso, es por eso que seguro no tienes novia, sigues teniéndole miedo a las mujeres - me “siguió” la corriente (porque eso de que yo les tenga miedo a las mujeres es una total mentira eh! Miedo a ellas no, a lo que hacen, muy probable) – ah, antes que me olvide, el próximo viernes haré una reunión con unos amigos, ya le dije a Francesca que no la veo hace mil, y también a Martin que fácil va con Sofía, así que para juntarnos, conversamos, nos ponemos bien al día y de paso conoces a unas mis guapas amigas y por fin te haces de una novia, que ya hace tiempo no te veo con nadie, ya me parece raro que estés tanto tiempo solo, no será que ya te cambiaste de equipo? Jajaja – ¿se acuerdan lo del “dulce realismo”? pues olvídenlo.

Llegamos donde se tenía que bajar, nos despedimos con una promesa de vernos el fin de semana y con un abrazo.

Resulta que Jimena es una de las chicas más sensatas del planeta, es sensata, coherente, lógica, sabe lo que quiere y aun mejor, sabe cómo obtenerlo; es una chica comprensiva y sobre todo y es por esto que se lleva el premio a la mejor mujer del planeta (luego de mi mamá claro está), es que ella sabe expresar sus sentimientos! Muchos se preguntarán por qué no sucede o sucedió algo con Jimena, pues la respuesta es simple: no se. Es que ni yo soy su tipo y ella es mi tipo (es chata) y además siempre nos vimos como amigos, casi hermanos diría yo, por eso encontrarla así tan derrepente me pareció un golpe del destino, un golpe muy agradable. A que venía todo esto? Ah sí! Me contó que terminó con su enamorado después de 4 años de ESTABLE relación, los motivos me los contó luego, como ella misma dijo. Es por eso que me sorprendí tanto, se veían súper bien juntos, su ex enamorado también es mi amigo, y aunque a veces tenían sus peleas, como cualquier pareja, siempre sabían cómo arreglárselas, como dicen andaban por ahí cabeceando corazoncitos.

Después de unas cuantas cuadras meditando sobre lo que me dijo Jimena, me di cuenta que ya estaba próximo a mi centro de trabajo, saqué sencillo del bolsillo, le pague al cobrador y me baje.

Llegue a la oficina, marque mi entrada y me deposité en mi asiento, mientras saludaba a mis colegas arreglaba un poco mi escritorio, buscaba mi agenda y abría mi bandeja de entrada para ver quien estaba inconforme con mi trabajo de la semana pasada. Por suerte nadie. Mi bandeja tenía unos cuantos mails sobre la próxima reunión mensual, unos chistes rojos de algunos compañeros y el habitual mensaje de motivación que envía comunicaciones internas para mejorar nuestro día en el trabajo, no sé quien les dijo que eso funciona. Seleccioné los mails que me disponía a borrar y antes que hacerles “Delete” para enviarlos al infierno cibernético me entro una curiosidad poco habitual sobre que decía ese correo “motivador”; con incredulidad abrí el mail, y la frase decía por algo que me acuerdo, algo como: “La vida no te quita cosas, te libera de ellas. Te alivia para que vueles más alto” en ese momento pensé que por que la vida no me libera de mi jefe para ir volando hasta su puesto, eso si me aliviaría de muchas cosas. Después de hacer ciertas tareas habituales me acordé de la frasecita esta y sobre lo que me conto Jimena en el bus, pero sobre todo me hizo acordar a mis ex´s.

Me acordé que siempre que terminaba una relación, formal o informal, y sobre todo, cuando era ella la que terminaba me sentía terriblemente mal, como cualquier ser humano sobre la tierra. Y es que a todos nos duele perder algo que en su momento fue muy lindo y saber que jamás regresará por más que lo deseemos, así son las rupturas, dolorosas, confusas, a las cuales solo tienes que poner la frente en alto y aceptarlas.

Me acuerdo la primera vez que me terminaron, fue en 1ro de secundaria (a los que siguen el blog deben recordar a Vanesa) sentí que el mundo se acababa, que después de ella no había nada y que me iba a quedar solo para siempre, hasta que llego Daniela y la vida me sonrió de nuevo, pasamos cosas geniales juntos, hasta que termino, y luego llego Fernanda, y asi y asi…

Si no hubiera terminado nunca con Vanesa jamás hubiera podido vivir y descubrir tantas cosas maravillosas con Daniela, y si nunca hubiera terminado con ella jamás hubiera podido vivir cosas tan igualmente maravillosas con Fernanda. Si bien una ruptura duele, hay que pensar que es la única forma de obtener cosas nuevas, diferentes y sobre todo mejores. Y como decía el comercial de Sublime, lo bueno de que algo termine, es que algo nuevo está a punto de empezar; y hay que aprovecharlo!

Y como Jimena me conto luego de unos días, en efecto terminaron por que sabían que ambos buscaban algo diferente y por ende algo mejor, algo que en la conciencia de los dos no podían entregarse el uno al otro y por respeto a la relación y aun mas por respeto a las cosas lindas que vivieron juntos, ambos decidieron terminar con esa relación para ir en busca de lo que realmente estaban buscando.

Que difícil decisión no?

Pero lo que más te cuesta, es lo que mejores recompensas te da.

Pd: la frasecita motivadora si sirvió!



miércoles, 2 de marzo de 2011

SACANDOLE EL POLVO AL CORAZON

Un fin de semana sin nada que hacer, al fin llega el fin de semana, por fin voy a desestresarme del ajetreado estilo de vida que llevo día a día en el trabajo, y que planes? NADA! Vamos al cine? – mmm no hay nada bueno, se escapó El Cisne Negro, ya la compraré en DVD. Vamos a comer algo? – ya!, con quien? – alguna lectora interesada? Si sigo comiendo como lo estoy haciendo va a salir de mí el obeso en potencia que llevo dentro.
Como no tenía nada interesante que hacer me dedique a limpiar mi casa, si, distinguido y culto público, hice una remodelaciones, cambie de lugar los sillones, la cocina le di un estilo muy neoyorquino compre algunas cosas para que mi casa se vea un poco más respetable. Y siguiendo con la remodelación, llegue al dormitorio, como hice con las otras habitaciones de la casa también la empecé a tunear, quite los espejos del techo y bote la cama redonda, no, mentira, jamás tuve eso (aunque lo estoy pensando comprar). En fin, antes de barrer, lustrar y pelearme con todos los dragones y otros seres mitológicos que habitan debajo de mi cama moví todo para darme una idea de alguna buena distribución de espacio para mi cuarto. Cuando traté de mover mi pesada cómoda, solo llegue a eso, tratar, no la moví ni un centímetro, así que para aligerarla un poco le quité los cajones; en el último de ellos, encontré un montón de cosas polvorientas de un pasado no muy lejano pero si muy olvidado.

Las saqué con algo combinado entre curiosidad y miedo, si, miedo, miedo por reabrir cosas que tal vez es mejor dejarlas en el olvido…

Había una caja de cartón con un montón de fotos, fotos de cuando estaba en el colegio, uf! Tiempos aquellos!!! Cuando la mayor preocupación es agarrarte a la chica más linda de la clase, y en mi caso, que no me expulsaran! También había unos cards de Dragon Ball Z de la saga de Vegeta y de Frezzer, los tenia completitos, que grandes dibujos!, no como ahora, esta juventud que crece con los padrinos mágicos y con una esponja de dudosa sexualidad. Rebuscando en ese cajón de los recuerdos encontré una bolsa negra con muchas cosas adentro, que al parecer eran papeles doblados, al abrir la bolsa me di cuenta que no fue del todo bueno abrir ese cajón.

El color negro siempre te dice algo, en lo general algo malo, como the dark side con los Jedis, el color de la viuda negra, la bolsa que le ponen a los muertos, pues esta vez no fue la excepción. En esa bolsa negra yacía un muerto, eran los restos esqueléticos de mi última relación.
 Se llamaba Pilar, bueno se llama, aun no muere (lamentablemente), con ella todo era nuevo, tenía unos gestos preciosos que siempre me arrancaban una sonrisa hasta en los peores momentos, me encantaban sus largos risos negros que jugueteaban con sus hombros en cada movimiento tan dulce y coqueto que solo ella podía tener.

La conocí en el cumpleaños de un amigo, la verdad a primera vista no me pareció tan simpática, pero si llamó mi atención, luego de unos cuantos piscos y unos cuantos tequilas empezamos a tener temas de conversación, y luego nos ensimismamos en unos bailes acompañados por esa peculiar banda llamada “Niche”. Bailamos casi toda la noche, me encantaba que llevara un polo bastante holgado con los hombros descubiertos, me parecía tan sexy y tan dulce a la vez, con cada vuelta que dábamos me parecía más linda. Ya como a las 3am me dijo que se tenía que ir, en ese momento me di cuenta que me tenía que poner las pilas si es que quería que pasara algo con ella, me tenía que deshacer de ese letrero que me había hecho en toda la noche. La acompañé hasta su taxi, pero no tuve el valor ni siquiera de pedirle el teléfono, el más pavo, si lo sé.
Días pasaron y por obra y gracia del Señor me encontré con una amiga de ella que también conocí en ese cumpleaños, no me reconoció muy bien pero logré mi propósito, me dio el teléfono de Pilar, - yeeeeee- exclame, a lo cual la amiga dejo salir una pequeña carcajada. Con el papelito con su número en la mano, y el celular en la otra mano, no tuve con que agarrar el valor, me pase casi como media hora pensando que decir, hasta que le dije esto.

-alo? Pilar? Esteeeee, soy blabla, te acuerdas?- dije casi tartamudeando
-ahh si, el de la fiesta, que tal? Como estas?- con una dulce voz me respondió
- bien gracias, con una duda, mira te explico, hace como media hora tengo tu numero en la mano, y no sé cómo decirte para salir a comer o al cine, así que pensé que tu tal vez tendrías alguna idea que me pueda servir para lograr que aceptes salir conmigo porque realmente se me agotaron las ideas,se te ocurre algo?- y se rio irremediablemente!
-jaja, anda sonso, saldré contigo con una condición, que me hagas reír así en la velada- una sonrrisota se me dibujó en la cara.
-acepto!- quedamos la hora y el lugar y desde ese momento conté los minutos para que llegara tan ansiado momento.

Quedamos en que la iba a recoger de su casa a la 7pm, me arreglé lo mejor que pude, una vez más siguiendo los consejos que mi mamá siempre me da “una camisa siempre es una buena opción”, le hice caso y me puse una camisa color acero, unos jeans y listo! Salí al encuentro. Cuando llegué a su casa y toqué el timbre admito que estaba algo nervioso, repasaba mis chistes más ocurrentes en la mente, pero cuando abrió la puerta mi mente se quedo en blanco. Me acuerdo que llevaba unos pantalones azules muy ceñidos a su figura, me di cuenta que tenía unas piernas muy largas y esbeltas, pero no se comparaban con la luz que emitía su rostro, casi no llevaba maquillaje y tenía una vincha que le sujetaba el cabello, el cual una vez más me hipnotizo con sus definidos rulos. Me invitó a pasar un momento para discutir a donde iríamos, así que nos sentamos y empezamos a conversar, saltábamos de un tema a otro sin interrupción alguna, con unos breves intermedios de cordura que nos hacían recordar la tarea de buscar algún destino para salir. Luego de conversar desde películas, libros, hasta las diferentes formas de cocinar un huevo (en verdad hay muchas!) me di cuenta que ya eran como la 1am, se nos pasó la noche simplemente conversando. Y como sabia que la velada ya llegaba a su final se me pasó por la cabeza intentar algo para poder besarla, esta vez ya no era un agarre común y corriente, era un beso, con sentimientos, trascendencia y nostalgia de infinito. Se me pasaron muchas cosas por la cabeza, pero cuando la vi arreglándose el cabello con la vincha de tela que llevaba puesta le dije:

-          Te estas chascoseando mas, aunque así toda chascosa me gustas mas- se sonrió y se siguió arreglando el cabello
-          Lo estás haciendo mal, déjame ayudarte- le dije muy convincente, como si yo fuera Marco Antonio, entonces me dijo
-          Si crees que lo puedes hacer mejor entonces adelante, muestra tus dotes de estilista- se rio y bajo las manos para que yo la ayudara en esa difícil tarea de ponerle algún orden a esos tan deliciosos y rebeldes rulos.

Respiré profundo y con mucha delicadeza me acerque a ella, tome la vincha y la puse sobre sus ojos con el pretexto de que estaba arreglando su cabello, y cuando ella había depositado su confianza en mi estando totalmente a ciegas, miré sus rosados labios y con los últimos gramos de valor que me quedaban la bese.

En un primer momento pensé que me iba a rechazar por atrevido, por mandado, por pendejo, pero no, ella me correspondió el beso, me acuerdo perfectamente que la canción que sonaba en su equipo de sonido era Stand By Me de Ben E. King. Saboree 14 segundos de perfección.

Y así pasaron las semanas, entre salidas, risas, esos gestos que era el remedio perfecto para cualquier inconveniente que haya tenido. Me sentía muy cómodo con ella, sentía que podía decir cualquier estupidez sin sentirme estúpido sabiendo que ella me regalaría una risa, ay! Esas risas tan sinceras!... sabía que no iba ser nada bueno abrir esa bolsa negra.

Recuerdo que hubo un día que estábamos abrazados en mi sofá, y me confesó que su antigua relación había sido muy duradera y seria, pero con mi forma de ser y con los momentos que estábamos creando muy pronto no quedaría ni rastro de esa antigua relación, en cierta parte me alegré por que la cosa iba bien, pero a la vez sabía que su ex seguí ahí metido en alguna parte como una musaraña buscando el mejor momento para llevarse el queso, MI QUESO!

Dejando de lado a su ex, me sumergí en cual sería la mejor manera de pedirle que sea mi novia formalmente, si bien salíamos constantemente y nos besábamos aun mas constantemente, ella, aun no era mi enamorada. Mi cabeza creaba y desechaba todo tipo de idea para mandármela, hasta pedí ideas a unas amigas del trabajo. Al final me decidí por invitarla un domingo a mi casa, creo que era algo mas intimo y cómodo para los dos; sabia que le gustaban mucho las margaritas así decoré mi sala con miles de ellas, y compre un vino muy fino, y aliste un Cd con la canción de Ben, con esa canción con la cual nos dimos nuestro primer beso, si, me pase de cursi.

Llegó el bendito domingo, ella siempre me avisaba una media hora antes de que llegara a mi casa, y siempre lo hacía rondando las 5 o las 6. Llegó las 5 del domingo y nada. Llego las 6 y nada. Llego las 7 y nada. Ya me empecé a preocupar, le mande un mensaje y nada,  la llamé y nada. Me preocupe mas, ya eran la casi las 8 para esto, así que llamé a su casa, y su papá me respondió informándome que estaba trabajando en una jornada especial, en verdad si le creí, a veces su trabajo era algo acaparador, entonces le dije que apenas llegue que me llame, su papá asistió y me despedí.

Al día siguiente en la mañana, me fui a trabajar como todos los lunes, y en la chamba un amigo, muy de confianza, me dijo que vio a Pilar en una discoteca del centro con un pata, no andaba en onda afanosa pero estaba con un pata, la verdad no le di mucha importancia, muy celoso no soy (y eso me ha costado mucho!). El lunes se fue yendo con el pasar de las horas y cuando ya era como las 10pm aun no tenía noticia alguna de Pilar, así que la volví a llamar, y si me contesto, conversamos sobre lo que había pasado y me dijo que la disculpara que en efecto estaba trabajando y no pudo avisarme porque no tenía saldo, en fin, le pregunté sobre el sábado, y con un grito me dijo:

-            Ayyyy ya! Qué te pasa? Porque me preguntas tanto?- la desconocí por completo, me hubiera escupido si no fuera porque estábamos al teléfono
-            Ya ya ya, no dije nada- le respondí como un perro chihuahua, perdido y mojado en plena lluvia.- bueno no solo quería saber que estés bien, cuídate mucho si? Te mando un besote, ya nos vemos- me despedí rápidamente y colgamos.

Luego de eso me envió un mensaje disculpándose por lo sucedido, me decía que habían pasado muchas cosas y que me tenía que contar y que esperabá hablar conmigo pronto. Ese pronto jamás llego.

Pasó una semana y no dio señales de vida; pasaron 2 semanas y tampoco hubo nada. A la tercera semana me la encontré en el MSN, después de conversar banalidades de la vida al fin me enteré de la verdad.

Resulta que en efecto, ella había salido ese sábado con su ex, no había regresado, pero había conversado mucho y se dio cuenta que jamás lo había olvidado y que “no era justo para mí que ella este conmigo pensando en su ex”, pues si, tenía razón, pero tampoco era justo desaparecer tanto tiempo sin dar razón alguna mientras yo me rompía la cabeza pensando que chucha hice mal!

Al final me dijo “en verdad me gustas mucho, pero a él yo lo quiero” y esto fue lo que me dio la estocada final, “no sé si regrese con el pero no puedo seguir así contigo”, a mi entendimiento eso significa que me cambio por la posibilidad (en negrita, cursiva y subrayado) de regresar con su ex.

Como no suelo limpiar mucho mi casa, lo admito, aun habían algunas margaritas secas de mi intento de preguntarle para que sea mi enamorada, así que las guarde en un intento de masoquismo junto con el de Cd de Ben E. King, unas fotos, un colet que le robe, la etiqueta del vino el cual me tome solo, mi dignidad, y mi ego destrozados.

Hoy que abro esa bolsa me doy cuenta que no solo le quite el polvo a mis muebles, sino también al corazón.


miércoles, 9 de febrero de 2011

NACIMOS PERDEDORES

De nuevo yo con mis ideas tan positivas.

Era un viernes, y con unos amigos decidimos salir a cazar unas chelas en un hueco del centro, y de paso, a distraer el ojo. Mientras que nos alistábamos, uno de ellos, Francisco, nos empezó a contar sobre una nueva chica en su vida, nos contaba que era preciosa, muy simpática, tierna, muy inteligente, en conclusión, una chica difícil de encontrar. Como sapasos que somos le preguntamos si el ya había hecho algo para demostrar su interés en ella, la respuesta nos decepcionó, y lo que es peor, nos identificamos con él.

-        -  La verdad que si me he hecho notar, por lo menos sabe que existo, no sé si mi nombre pero sabe que existo. – nos dijo como si estaría dándonos una excusa.
-    -  Puuuuuuuuuuuucha, que las cagas!!! – les respondimos todos en coro, haciéndonos los cancheros en los ámbitos amorosos, como si fuéramos Messi en la cancha del amor, ilusos!

Ya luego cambiamos de tema, nos terminamos de poner algo presentables y nos enrumbamos al centro por nuestras chelas. Cuando llegamos al centro, bajamos de nuestra movilidad, un tico destartalado, pero al bajarnos, lo hicimos como si estuviéramos saliendo de un Mercedes, éramos los papis, los chuchas del centro, hoy no había mujer que se nos resista. Nadie volteo, ni siquiera la señora de los sanguches, y eso que el tico sonaba como camión.

Una vez adentro nos pedimos nuestra respectivas bebidas espirituosas, Francisco infaltable su pisco sour, Alejandro su cusqueña negra, Martin una mariconada de colores, y yo una Pilsen heladísima. Como buenos nostálgicos que somos brindamos por ellas aunque mal paguen, y justo en ese momento la noche se fue de picada, no le habíamos metido ni el primer sorbo a nuestros tragos y Martin empezó con sus frases de “porque a mí?”, y dice así: “porque a mí, si la trato tan bien, porque a mi si le doy su espacio, porque a mi si siempre la escucho, etc. etc. etc.…”. Les explico, resulta que Martin es el ultimo romántico, si, no se rían, mi pata es el más sentimental de todos, el te regala rosas, el no se hace paltas por estar cargando un oso de peluche gigante por toda la mercaderes, el te lleva serenata, y hasta te canta, horrible pero te canta; PERO!, su flaca lo trata peor que a trapo de piso, está bien, estoy exagerando (sorry Sofía), la flaca no lo trata, TAN mal, pero es que no es de las chicas romanticonas que esperan un verso de Bécquer al oído, odia Titanic, y le apestan las comedias románticas de Huge Grant; ¿que hacen juntos? No tengo la más mínima idea.

Después de darle todo un sermón, el mismo sermón de siempre, diciendo que ella si lo quiere, pero a su manera, eso tampoco lo entendemos, se calmo un poco y pudimos cambiar de tema. Nos embarcamos en la nueva chica de Francisco, nos contó con mas detalles esa historia. Resulta que la conoció en la chamba, la flaca es practicante en su área, así que se la cruza a cada rato, le ha hablado un par de veces para tratar de ayudarla en algo, la primera vez fue para decirle donde se archivaban unos papeles, su interacción no paso mas allá del “ahí, al fondo del pasillo”. La segunda si fue MAS intensa, ¡así nos dijo el muy pendejo! El salía de la oficina a dejar unos papeles a quien sabe dónde y ella entraba, y en el pasillo se interceptaron los dos, y en esa torpe situación en la cual uno se mueve para darle el pase al otro pero los dos se mueven al mismo tiempo tapándose la pasada, el, en un acto de suma valentía, la tomó de la cintura y se la chapó. No, mentira, primero se desmaya, lo que en verdad hizo fue tomarla de la cintura y suavemente ponerla a un lado para que pase y el siga su camino; esa fue experiencia más intensa.

Cuando nos contó sus experiencias tan intensas con esta chica, casi rompo mi botella y le corté la cara por pavo (y yo muy pendejo no?) es que lo contaba tan ilusionado, que hasta daba cólera. Nosotros le dimos una serie de tips para que se la afane, muy comprobados no están, pero ya eran algo, anoten:

  • ·         Sorpréndela con un detalle – dijo Martin –
  • ·         Juega con la indiferencia, eso las caga cuando saben que a uno les gustan, se descomputan y te toman más interés – dijo Alejandro –
  • ·         Averigua algo que le interese, algún libro, algún tipo de música en especial, o cualquier cosa, te haces el encontradizo y le metes el tema de conversa, de ahí ya es tu roche – le dije yo que alguna vez me funciono.

Francisco nos miro incrédulo, como si nosotros fuéramos muy experimentados en el tema, y tenía toda la razón, a todos, en más de una oportunidad nos habían choteado, es más, ni siquiera nos habíamos atrevido a hablarle a la chica que nos traía locos, nos cagabamos de miedo, y ahora, le dábamos consejos a Francisco, que tal sarta de conchudos!, una manada de ciegos guiando a un tuerto!
Luego de sacarnos los trapitos sucios nos reímos de nosotros mismos, y si, no hay nada que hacer, es tan difícil hablarle o embarcarle a la chica que nos gusta, como si fuera diferente, de otro planeta, que se yo! A veces me pongo a pensar que ha habido muchas veces que le he hablado a una chica sin conocerla. Fui, le hablé y nos llevamos bien, y hasta nos hicimos amigos, obviamente no me gustaban, pero funcionó, y muy probablemente hay un chico ahí afuera que se moría por ellas pero no se atrevió a hablarles, ¿Por qué pude hacerlo yo? ¿Esa falta de atracción es la que me dio la posibilidad de hablarles? ¿Solo podré embarcar a chicas que no me gustan?

Luego de filosofar sobre el tema y luego de unas cuantas chelas ya estábamos algo sazonados, pero aun sobrios!, es lo que siempre dicen los borrachos, pero algo me acuerdo. Me acuerdo que como a la media noche entro tal mujerón al bar, no era linda, no era preciosa, era… ERA…. INALCANZABLE!, estaba más buena! Era alta, de unos oscuros rizos definidos, una tez blanca que contrastaba con su cabello que lo dejaba caer juguetonamente sobre su escote, y que escote!, traía una blusa negra, muy ceñida a su figura y unos pantalones negros que le dibujaban sus torneadas y largas piernas. Nos quedamos hechos unos pelmazos viéndola mientas que pasaba alado de nuestra mesa, éramos un cuarteto de indigentes babeando al frente de un churrasco a lo pobre, que mujer!

Luego de tal espectáculo, llego la tormenta, cualquiera pensaría que tal mujeron estaría acompañada de un pata de 2 metros, agarradaso, con un mentón que mas que mentón pareciera un poto, y una cabellera rubia mismo Johnny Bravo, pero no!, señores y señoras, el pata que la acompañaba no era nada espectacular, ni siquiera guapo, apenas llegaba a ser presentable, la verdad es que era FEO!, con F de “!Futa madre que feo que eres!” nos quedamos atónitos, estupefactos, envidiosos, recontra envidiosos!
La pareja se sentó en una mesa cercana a la nuestra donde podíamos ver el espectáculo, el pata pidió dos chelas, una cusqueña y una quara para ella, nada ficho ni caro, así que parecía que ella no estaba con el por la billetera, por ahora esa era nuestra impresión. Apenas se sentaron él le empezó a hablar, ella lo miraba con una atención catedrática, y cada 50 segundos ella soltaba una carcajada, la chica no paraba de reír. Ahí lo entendimos todo.

No es que la habíamos entendido, lo habíamos recordado, si haces reír a una chica, ya tienes el 70 a 80 % del camino hecho, dependiendo de las exigencias de la chica. Es verdad y las chicas no me van a dejar mentir, es preferible un chico que las haga reír, a un churro pero apagado, es verdad no? (digan que si por favor!!!). Me puse a pensar que yo también hago reír a las chicas, todas mis amigas dicen que soy un cage de risa, bueno no todas, pero algunas si, algunas chicas que leen el blog también, así que yo también me puedo conseguir una chica así de espectacular, si señor!

Mi idea no se quedó en idea, esa noche la puse en práctica, con tal, ya estaba medio borracho, y uno borracho hace cualquier estupidez. Se los comenté a mis patas, les dije – si ese feo de mierda puede, yo con este cacharro que Dios me dio también la hago – convencido les dije, en ese mismo instante empecé a buscar una chica linda a mis alrededores, y había una que estaba a unos 8 metros de distancia que al parecer hace rato me estaba coqueteando, me miraba buscando que la mirara, y cuando lo conseguía ella bajaba la mirada y se sonreía coquetamente, jugaba con su cabello cada vez que hacia eso, así que pensé que no sería tan difícil abarcar a una chica que de por sí ya tenía cierto interés en mi.

Acá viene la parte ilustrativa de lo noche. De por sí, nosotros, los hombres, ya nacimos perdedores, que quiero decir con esto, si en una fiesta, reunión, bar, discoteca o lo que fuere te encuentras con una chica linda a la que te gustaría hablar, te hiciste acreedor a un letrero luminoso bien grande así que dice “PERDEDOR”, si, en ese momento te hiciste un perdedor por qué quieres algo y no lo tienes, así que si piensas amigo lector que por no intentar hablarle o sacarla a bailar te libraste de la humillación de ser un perdedor, pues no! Te la ganaste y con honores, porque ni siquiera lo intentaste. En una situación como esta hay dos cosas que puede suceder, y solo dos, ni tres, ni cuatro, ni uno y medio, solo dos! O te la agarras, le sacas el número o te la llevas a un hotel, dependiendo de tus intensiones licantrópicas; ó, te vas solo, triste y humillado, porque pendejo es que hace la pendejada, antes, solo eres un idiota tratando de conseguir algo. Cuando nos hacemos propietarios de este cartel solo hay una manera de quitárnoslo, intentándolo, al fin del cabo no tenemos nada que perder, de por sí ya estamos sin ella, así que no nos pueden quitar nada,(el orgullo para el hombre es como la cola para las lagartijas, crece al toque) así que a sacarse ese letrero de perdedores.

FIN.

¿Qué paso con la flaca que le fui a hablar?


Bueno, ahora tengo otro bonito letrero luminoso en mi cuarto.